lunes, 30 de mayo de 2016

LA COMPETITIVIDAD ES NATURAL, EL SOCIALISMO NO



Por: JOSÉ ANTONIO OLIVARES

Comprender al hombre/mujer desde el punto de vista de su acción humana, pasa por conectar lo físico y lo biológico con la economía, la psicología, lo ético y moral. Esto permite explicar porque él/ella (como ser vivo), actúa y responde a situaciones y hechos determinados, de manera espontánea e inclusive condicionada.

Los orígenes biológicos y evolutivos del individuo tienen como objetivo precisamente explicar esa conexión, es posible integrar de forma consistente las ciencias naturales (física, biología) con las ciencias humanas y sociales (psicología, economía, ética).

En este artículo se tiene por objetivo relacionar como la acción humana intencional no corresponde de manera natural con el Socialismo, porque éste destruye la iniciativa personal y el libre albedrío del ser humano; y a su vez vulnera derechos inalienables, tales como la propiedad privada y la libertad económica.

Es por ello, que cuando se estudia al ser humano desde el punto de vista físico y  biológico  en su modo más básico, como por ejemplo, la búsqueda de alimentos y fuentes de energía - en algunas ocasiones luchando con otras especies - se puede observar su comportamiento competitivo, intencional y productivo, lo cual le permite alcanzar objetivos o propósitos de sobrevivencia.

En este sentido, Capella, F. (2012), en su artículo titulado: De la Interacción física a la acción intencional, señala:
 “Los seres vivos son agentes autopoyéticos*: trabajan para construirse a sí mismos, usan energía y materiales de su entorno para su mantenimiento y reproducción; también actúan sobre su entorno, modificándolo para su conveniencia. Los organismos son sistemas complejos altamente estructurados y ordenados: están formados por múltiples agentes más básicos integrados en un todo coherente.”
* Autopoyesis: Es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos.


En la búsqueda constante de recursos que les permite satisfacer necesidades y deseos, los seres vivos demandan  bienes y servicios, de manera intencional. Es allí donde la ciencia económica juega un roll fundamental, en su proceso de asignación de recursos escasos en su mayoría, para satisfacer a colectivos o sociedades enteras con carácter individual.
De esta manera, Capella, F. (2012), menciona que: “…los organismos vivos son agentes autónomos: tienen un sistema de control cibernético que dirige su conducta en su propio interés, de modo que tienden a actuar de forma adecuada para su supervivencia (los que no lo hacen mueren)”.

Partiendo de la afirmación anterior, se podría mencionar que  el Socialismo como sistema político es anti-natural. Friedrich, E. (1880), en su obra titulada Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico, define al Socialismo “como el control por parte de la sociedad, organizada con todas sus partes integrantes, tanto de los medios de producción y comunicación como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas”.
Los seres humanos que han tenido la experiencia de vivir en régimen socialistas, ven mermadas sus acciones creativas e innovadoras que surgen de manera natural en los procesos de interacción social,  en Socialismo al haber control de los medios de producción, la acción humana intencional o deliberada se limita tomando en cuenta el tiempo y espacio.

Según Harnecker, M. (1979), analiza las características del modelo Socialista, resaltando la dictadura del proletariado, en lo político, y la propiedad social de los medios de producción más importantes junto a la planificación de la producción social, en lo económico.
Por ello, la propia naturaleza del socialismo se basa en la coacción y el impacto coactivo sobre la sociedad, lo cual bloquea y dificulta el proceso innovador y creativo propio de la acción humana.

Para comprender más acerca de las implicaciones lógicas de la acción humana intencional, se debe introducir el concepto de Praxeología, ciencia que basa su estudio en los siguientes axiomas:

•     El hombre actúa.
•     Prefiere unas cosas a otras.
•     Concurre a la acción para alcanzar sus siempre mudables, pero en cada momento concreto y específico, fines.
•     El factor tiempo influye en su accionar.


En este sentido, Kirzner, I. (1960), señala que el objetivo económico se centra en estudiar la acción humana, indicando:
         … La forma particular de que un individuo toma la acción humana está determinada por factores que incluyen aquellos que configuran las condiciones ambientales específicas, así como aquellos, que han dado forma al carácter y los valores del individuo. La concepción de las ciencias de la acción humana reconoce que la forma de la acción que se desarrolla en su realidad histórica, es el resultado de influencias que van desde lo fisiológico a lo religioso, lo social, a la geográfica. (p. 149).

Esa innata capacidad que tiene todo ser humano para descubrir, crear y aprovechar las oportunidades positivas que surgen en su entorno y actuar en consecuencia para aprovecharse de las mismas es por naturaleza lo que nos distingue de los animales; esa capacidad de crear y descubrir cosas dada las condiciones del entorno, es posiblemente la causa potencial de progreso económico y de bienestar colectivo que se diferencia entre un modelo libre a un modelo socialista.

De igual manera, Capella, F. (2013) señala:

“…Los organismos vivos son sistemas físicos con una organización especial tal que se autoconstruyen. La vida implica acción, trabajo, costes, uso de recursos, economización. Los organismos son entidades complejas con muchas partes cuya acción conjunta exige coordinación. La acción adecuada para la supervivencia y el éxito evolutivo requiere mecanismos cibernéticos de control y dirección que tengan en cuenta el estado del propio agente y del entorno”.
Ahora bien, es importante mencionar que la acción humana ayuda a explicar el origen del proceso económico, partiendo de las escalas de necesidades: subjetivas, sin límites, con orden de urgencia y dinámicas. Resaltando las necesidades vitales del individuo que requieren coordinación en su acción, trabajo, utilización de recursos escasos; lo que tiende a generar en el individuo una fuerza competitiva de carácter individual y de cooperación colectiva.

La afirmación anterior en regímenes socialista no es viable. Todo lo contrario, el ser humano puede en su proceso de formación y desarrollo bajo un entorno de libre acción, crecer con carácter creativo, con valores individuales que les permite actuar en la búsqueda de satisfacer sus necesidades y deseos obteniendo progreso y bienestar en su calidad de vida.

Finalmente, es importante comprender para el liderazgo político, económico y social actual y futuro que hacen vida en las distintas regiones del globo, que el ser humano actúa en función de su aprendizaje, relación con su entorno, conocimiento científico y humano; desde cómo funciona el cuerpo y la mente humana (físico-biológico y psicológico), hasta su comportamiento en las decisiones económicas, en lo ético y moral que impactan en su bienestar. Esto permitiría tomar las mejores decisiones en los político, económico y social para impactar positivamente al colectivo o sociedad, sin perjudicar en los derechos inalienables del ser humano.












Referencias Bibliográficas

Friedrich, E (1880). Del socialismo utópico al socialismo científico. Cápitulo III, La Revue socialiste, Nº 5.
Capella, F. (2012). De la Interacción física a la acción intencional. Universidad FranciscoMarroqui. http://www.juandemariana.org/comentario/5515/interaccion/fisica/accion/intencional/
Capella, F. (2013). Vivir, actuar, pensar, sentir. Universidad Francisco Marroqui.
Harnecker, M. (1979). Socialismo y Comunismo. Cuadernos de educación Popular. Edición Número 7. http://www.rebelion.org
Kizner, I. (1960). The Point of View. http://mises.org/books/pointofview.pdf


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